Quo Vadis Crisis? Nota en "La Gaceta de los Arquitectos"


Nota sobre la situación actual publicada en "La Gaceta de los Arquitectos" a pedido de la editorial del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe. Junio 2009.

Quo Vadis Crisis?
Para empezar esta nota, haré referencia a una frase de Galbraith (Lic. en Economia), quien dijo que hay dos clases de economistas: “Los que sabemos que no sabemos, y los ni siquiera saben eso”. Hago la aclaración, porque para hablar sobre esta crisis de carácter inédito en que se halla inmerso el mundo es necesario dar una noción de lo que uno puede llegar a comprender e interpretar de esta compleja realidad.
Más allá de que nosotros como argentinos estemos preparados para embates económicos cíclicos locales, es indudable que el impacto de esta crisis global sumada a nuestras propias falencias nacionales se empieza a sentir con fuerza en nuestra realidad cotidiana.
En el ámbito profesional, junto a mi socia la Arq. Florencia Quarin, conformamos un equipo de trabajo de profesionales de diferentes generaciones. Nuestra manera de encarar la profesión durante estos últimos 5 años (los mejores para la actividad profesional en décadas,) nos hizo especializar en el desarrollo de emprendimientos inmobiliarios, hablar de plan de negocios, de tasas de retorno, de proyectos de inversión y de costos de oportunidad. A partir de esta crisis todos estos términos entran en conflicto con la realidad y merecen ser reevaluados a partir de datos iniciales completamente diferentes a los hasta ahora manejados.
En cuanto a la producción arquitectónica, en el Primer Mundo se está comenzando a hablar de una nueva manera de construir, que cuestiona los modelos sensacionalistas, vistosos, hipertecnógicos y obscenamente caros desde todo punto de vista. Es decir, se habla de una arquitectura más respetuosa con el medio ambiente, más sencilla, sustentable en el tiempo y que si bien puede tener un costo inicial mas elevado, en el largo plazo favorecen a reducir el consumo de recursos en su funcionamiento y mantenimiento.
Siempre se ha dicho que crisis es sinónimo de oportunidad y de asumir riesgos, y si podemos rescatar algo positivo de esta situación, que promete ser muy dura y profunda, deberíamos aprovechar el “stand by” y mirar la arquitectura desde un punto de vista más existencial y realista.
Creemos que debemos sincerarnos como promotores de proyectos y “limpiar” nuestra producción de la sobreactuación de necesidades superfluas, así como de especulaciones excesivas sobre cantidades de metros en detrimento de la calidad de los mismos.
Específicamente en el caso de la vivienda colectiva, reducir un sinnúmero de amenities repetidas en la mayoría de los emprendimientos, utilizadas como marketing de venta, y volver a concentrarlas en espacios urbanos públicos y privados inclusivos y colectivos que además ya existen en nuestras ciudades (clubes-gimnasios-cines-etc.). Este dato es una muestra de similares situaciones que se repiten en el quehacer profesional cotidiano, ya sea en edificios de oficinas, viviendas individuales, centros comerciales, etc. Siendo la arquitectura un reflejo de la ideología y la sociedad del momento, hay que reconocer que mucho de lo que se construyó localmente y a nivel internacional motivado por la especulación inmobiliaria, no fue sano, ni fue real.
Rosario es el área metropolitana más competitiva del país y al no contar con estamentos políticos y públicos provinciales y nacionales representados en la ciudad, cuando la actividad comercial e industrial repunta, somos los primeros en beneficiarnos, como así también a la inversa (como en los 90´s).
Este momento histórico puede ser considerado como una la caída del muro de Berlín para el capitalismo mundial, y aunque éste realmente no desaparezca, deberá mutar a una posición superadora (un capitalismo más humanizado quizás, como deseo).
Como profesionales activos deberíamos poder encontrar soluciones responsables que permitan a la mayor cantidad de habitantes posibles tener un espacio público y privado que mejore su calidad de vida.
Esta nueva realidad que nos toca vivir, deberá ser también un punto de partida para que desde la planificación municipal se tiendan puentes de dialogo. Así mismo, creemos que a través de nuestra colegiatura deberíamos convocarnos activamente para hacer valer nuestra actividad ante la sociedad como profesionales idóneos y capacitados para encarar los nuevos desafíos de una manera unificada, desde un lugar de sensatez y sentido común.

Arq. Cristián González Kahl
GKQ Arquitectura

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