Feria del Mueble - Milán 2010

El diseño está siempre presente en Milán, pero si uno arriba a la ciudad en abril, puede intuir que algo diferente está ocurriendo. Una vez al año la ciudad se prepara para alojar en Rho Fiera, una de las exposiciones más importantes del mundo, el Salone Internazionale del Mobile, con el Salón Satélite para jóvenes diseñadores internacionales, Eurocucina, y el Salón Internacional del Baño entre sus pabellones más importantes.

Todas las tiendas, restaurantes, plazas y calles de la ciudad se lookean especialmente para la ocasión. Este año la Via Montenapoleone, donde se encuentran las firmas top de alta costura, fue ambientada con lámparas colgantes creadas por distintos popes del diseño. Las vidrieras reproducían escenas alusivas a la decoración y “arredamento”, donde muebles de firma se combinaban con trajes Armani y vestidos de Valentino.

El predio ferial, proyecto del arquitecto italiano Massimiliano Fuksas es impactante. Inaugurado en el 2005, tiene 8 pabellones que ponen a disposición de expositores 350.000 m2 cubiertos y 60.000m2 descubiertos, que se utilizan por completo para el Salón del Mueble. En la edición de abril pasado, se recibieron cerca de 330.000 visitantes de todo el mundo. El metro tiene su última parada en el ingreso al predio, y desde ahí uno puede comprender la escala de lo que está por ver. Los pabellones, algunos de 1 y otros de 2 plantas están unidos por una gran circulación de 2 niveles cubierta por un techo ondulado en vidrio, en donde se mezclan cintas transportadoras y escaleras mecánicas con caprichos de diseño que buscan el impacto visual. Es imposible recorrerla completa, pero uno puede fácilmente seleccionar el pabellón de su mayor interés: Mobiliario de Diseño, Mobiliario Clásico, y últimas Tendencias, además de los ya mencionados de Cocina, Baño y Euroluce.

Lo que se pudo ver en el Salón 2010 realizado del 12 al 17 de abril.

Así como todos los estilos pueden encontrarse en esta feria, un lugar de importancia siguen manteniendo los muebles ya clásicos de firma del siglo XX, como todos los producidos por Vitra, siendo junto con Kartell, las firmas con más peso dentro de los expositores.

Surgen nuevos diseños que tienen mas que ver con la naturaleza y la ecología ya sea por simple formalidad, como por sus colores o materialidad más amigable con el medioambiente. Menos madera, más laqueados, enchapados y muebles completamente tapizados que ocultan su estructura. Las camas se asemejan a sillones, donde el respaldo y la estructura de la parrilla son recubiertos por telas suaves haciendo del mueble una única pieza.

Combinaciones interesantes entre plástico y madera fue otra de las características que se vieron en butacas, banquetas y sillas.

El metal aparece en forma de malla, ya sea en acero como en aluminio, generando volúmenes mas parecidos a maquetas 3d que a típicos muebles.

Otros con maderas laminadas y tapizados impecables, de bordes muy definidos junto con una paleta de colores vintage, representan lo mejor del diseño escandinavo. También los expositores orientales, principalmente japoneses, muestran la sutileza del diseño junto con la alta calidad de los productos presentados.

Otra línea que se pudo ver, es el pseudo-homenaje a los clásicos del diseño. Reinterpretaciones y transformaciones booleanas del sillón Barcelona o del chaise-long de LeCorbusier se pudieron encontrar repetidamente entre los expositores.

Un apartado especial merece el mobiliario de plástico o polímeros, básicamente para exterior, pero también contemplado para espacios más innovadores dentro de la vivienda. Llama la atención la calidad de estos productos, que con sus altas resistencias permiten crear nuevas formas, arriesgadas y orgánicas, así como también sus diferentes texturas aportan acabados que van del brillante al mate con un sinfín intermedios. Maceteros iluminados en su interior, sillas, sillones, lámparas, banquetas, todo toma forma en plástico.

Otra línea muy fuerte es la de los muebles que cambian su función o disposición. Mesas de comedor que se convierten en mesas ratonas apretando un botón, camas que se ocultan detrás de bibliotecas, mesas plegables, etc, son muestras de la necesidad de la multifuncionalidad del mobiliario ante la falta de espacio.

Los “muebles-chiste” por llamarlos de alguna manera, aparecen pero no son mas que anécdotas; estanterías cubiertas con paja, otras con formas de tablero de scrable, tapizados con diseños sacados de bibliotecas de texturas 3d como piedras, pastos o excesivas vetas de madera, la silla-concepto “chairless” de Vitra o extrusiones imposibles de la silla Thonet. También en esta línea, el capitoné abandona el clásico sillón chester para apropiarse de sillones, sillas, respaldos, hasta de banquetas con formas de animales.

En cuanto a colores y texturas, el blanco brillante se combina con maderas claras. El gris, color de la temporada, es mezclado con colores estridentes, especialmente con el verde oliva, amarillo y fucsia.

Si bien es una feria de diseño, también es una feria comercial en busca de nuevos mercados. Y si el poder y el dinero están en medio oriente, es así como aparecen dentro de los pabellones firmas con muebles para este mercado. En estos diseños, el lujo es llevado a límites considerados de mal gusto para el mundo occidental actual y hacen “ruido” dentro de la armonía general de la exposición.

Ya en el ámbito del baño y la cocina, en sus respectivos salones, se destaca el diseño aplicado a radiadores, transformándolos en objetos escultóricos dentro del baño y la vivienda en general. Así como en las cocinas, la pieza clave que no puede faltar es la huerta orgánica incorporada al amoblamiento de cocina, con humidificador e iluminación especial.

Por ultimo, hay vale mencionar el diseño de los stands. Llaman la atención tanto los que invierten sumas importantísimas como los que con pequeños recursos arman una escena. Hay paneles transiluminados, tarimas de varios niveles, acabados brillantes, algunos stands son completamente cerrados con cristales transformando el espacio de exposición en locales permanentes, con ambientaciones donde hasta el más mínimo detalle de decoración es considerado generador de tendencia. Por otro lado, hay espacios más austeros pero no menos impactantes; generalmente utilizan materiales relacionados con el producto que muestran. Es así como aparecen cielorrasos de entretelas, pompones de lana colgando del techo, sillas fuera de escala, telas que parecen telones e iluminación que hacen que los muebles se vean como “estrellas de cine” en un gran espectáculo comercial.

Sin duda alguna, El Salón del Mueble de Milán es la vidriera en donde todos los años la industria del diseño aplicado a la decoración, se muestra al mundo.

Arq. Florencia Quarin

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